El glucógeno es una de las formas que adopta la glucosa para almacenarse en el organismo y liberarse cuando sea necesario. Es un polisacárido, es decir, un derivado de la glucosa. Los sitios de almacenamiento del glucógeno son el hígado y los músculos.
¿Qué es?
El glucógeno es un polisacárido derivado de la glucosa, cuya función es distribuir energía a los distintos tejidos del organismo a demanda. Tras la ingestión de la glucosa, esta se almacena en el hígado y el músculo para cuando el cuerpo requiera gasto energético se libere al torrente sanguíneo.
El glucógeno es necesario para la contracción muscular, por ello uno de los más grandes depósitos es el musculo esquelético. Por su parte, el que se almacena en el hígado puede distribuirse a distintos tejidos de órganos vitales.
El organismo cuenta con un proceso denominado gluconeogénesis, que consiste en la degradación de glucógeno a glucosa para obtener energía. Suele realizarse de manera espontanea cuando las reservas calóricas están disminuidas. En el proceso de síntesis de glucosa, el hígado actúa como regulador para percibir cuando debe sintetizarla.
Por su parte, el glucógeno muscular es la primera reserva utilizada tras un entrenamiento de alta intensidad de al menos unos 15 minutos. Sus reservas pueden ser consumidas en su totalidad, causando hipoglucemia y por ende fatiga, debilidad, entre otros síntomas.
Importancia del glucógeno
Son infinitos los procesos del organismo que requieren un alto consumo de energía. Si la glucosa no tuviese almacenes en el cuerpo, las personas vivirían agotadas y con severos problemas de salud.
La importancia del glucógeno recae en su indispensable utilidad para la vida de las células del organismo, siendo en cierto modo su liberación un proceso compensador del catabolismo de otras fuentes de energía.
Si el organismo agota todas sus reservas de glucosa, podría entrar en cetoacidosis metabólica, un cuadro clínico que se presenta cuando el organismo empieza a descomponer ácidos grasos en lugar de glucosa, para obtener energía acidificando la circulación sanguínea, lo que es muy dañino.
El glucógeno igualmente es de suma importancia para los atletas, ya que les permite lograr un alto rendimiento deportivo tras sus extenuantes horas de entrenamiento.