
El proceso de formación de la orina es fundamental para mantener nuestro organismo libre de toxinas. El proceso consiste básicamente en tres pasos: Filtración, reabsorción y secreción, para que estos den inicio, la sangre transporta los productos de desecho hasta el riñón.
La orina no es más que un líquido obtenido a partir de la sangre y está formado por agua, sales minerales y productos de excreción como urea y ácido úrico. La orina es fabricada en las nefronas.
Principales órganos involucrados
El sistema renal es el encargado de convertir las sales minerales, el agua, los productos metabólicos y sustancias extrañas en orina y de expulsarla fuera del organismo. Este sistema también es el principal apoyo hidrosalino del organismo. El sistema renal está compuesto por los riñones y las vías urinarias:
Riñones
Son los principales órganos con la función de crear orina y desechar a través de este líquido el agua y los desechos que contiene el cuerpo.
Uréter
Es un conducto muscular y sirve para establecer la conexión entre los riñones y la vejiga. Presenta movimientos peristálticos y así transporta la orina desde la pelvis renal hasta la vejiga.
Vejiga
Es un órgano muscular. En él se almacena la orina hasta el momento de ser expulsada al exterior. Puede acumular hasta 350 ml de líquido y cuenta con dos esfínteres reguladores. El primero retiene la orina hasta que la vejiga esté llena, el otro permite su viaje hasta la uretra al momento de salir y ser expulsada.
Uretra
Es el conducto que facilita el paso de la orina desde la vejiga hasta el exterior del organismo. En las mujeres es de menor tamaño y culmina en la vulva. En los hombres, la uretra pasa por la próstata y el pene, culminando en el exterior.
Formación de la orina
El proceso de formación de la orina comprende las siguientes etapas:
Filtración
Los vasos sanguíneos que llegan a la nefrona forman el glomérulo de Malpighi. Este es un sistema capilar microscópico en forma de ovillo que se encuentra rodeado por la cápsula de Bowman.
La sangre que llega a las nefronas se encuentra sometida a una gran presión, de manera tal que de los capilares sale agua, vitaminas, glucosa, sodio, aminoácidos, potasio, cloruros, urea y otras sales hacia la cápsula de Bowman.
En este proceso se produce la filtración del 20 % del plasma sanguíneo que llega a la nefrona, cerca de 150 litros de orina primaria al día. Como no podemos perder tal cantidad de líquido, se produce otro proceso.
Reabsorción
En la filtración han pasado a la cápsula de Bowman sustancias de desecho, pero a su vez, agua y sustancias útiles que deben ser reabsorbidas.
Este proceso se realiza gracias al túbulo contorneado proximal, el cual se encarga de reabsorber la glucosa, sodio, aminoácidos, cloruro, potasio y otras sustancias.
En este proceso se reabsorbe hasta el 65% de lo filtrado. El resto de las sustancias son reabsorbidas en el asa de Henle y en el túbulo contorneado distal. La urea, una sustancia toxica, no puede escapar de estos túbulos.
De este proceso quedan sin reabsorber cerca de 1,5 litros de orina diarios los cuales son dirigidos hacia la pelvis renal.
Secreción
Consiste en el paso de las sustancias que no se filtraron o se reabsorbieron erróneamente desde los capilares que rodean al túbulo contorneado distal hacia su interior. De esa manera son secretadas sustancias como la penicilina, el potasio y el hidrógeno hacia la orina en formación.
De esa forma, el líquido final u orina pasará a través de los túbulos a la pelvis renal, de allí es enviado a los uréteres, luego a la vejiga urinaria y finalmente saldrá al exterior a través de la uretra.