¿Cómo se nutre la córnea?

¿Cómo se nutre la córnea
Close-up of an eye

La cornea es la parte frontal y transparente del ojo, recubre el iris, la pupila y la cámara anterior. Junto a la cámara anterior y el cristalino refracta la luz que reciben nuestros ojos y es responsable de las dos terceras partes de la potencia total del ojo. Se encuentra en contacto con una película lagrimal y por el humor acuoso, sustancias que las nutren y satisfacen sus requerimientos fisiológicos.

¿Cómo se nutre la córnea?

La forma de la córnea consiste en una lente cóncavo-convexa con una cara anterior que se encuentra en contacto con la película lagrimal pre-corneal, y otra cara posterior que se encuentra bañada por el humor acuoso.

Estas sustancias le permiten a la córnea (que carece de cualquier tipo de vascularización o riego sanguíneo) mantener sus necesidades fisiológicas.

Por su localización, la nutrición de la córnea proviene de tres fuentes:

  • Capilares del limbo: Estos nutrientes son utilizados por la zona periférica de la córnea y alcanzan la córnea central.
  • Lágrimas: El epitelio es poco permeable y la cantidad de glucosa que contiene la película lagrimal es escasa.
  • Humor acuoso: El endotelio es una capa unicelular que ofrece poca resistencia, por lo que lleva los nutrientes a las capas más externas de la córnea. Es la fuente de nutrición más importante.

Aporte de oxígeno

La cornea requiere de oxígeno para trabajar adecuadamente. Al carecer de riego sanguíneo, solo los capilares y las lágrimas son quienes le aportan pequeñas cantidades de oxígeno.

El aire atmosférico le da un 21% de oxigenación a la córnea si mantenemos los ojos abiertos y un 7-8% con los ojos cerrados.

Aproximadamente el 90% del oxígeno que necesita nuestra córnea proviene del humor acuoso.

Transparencia de la cornea

La transparencia de la córnea es uno de sus aspectos más importantes, ya que cualquier disminución en esta puede limitar el paso de la luz. Esta característica depende de:

  • Ausencia de vasos sanguíneos y linfáticos.
  • Cantidad adecuada de proteoglucanos.
  • Adecuada hidratación.

Como puedes ver, incluso al consumir agua, estás nutriendo y manteniendo tu cornea y tu visión en perfecto estado.

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